martes, 15 de mayo de 2012

El Madrid de los 100 puntos, proyecto de futuro.

La prensa especializada no ha dudado en denominar la liga recién finalizada como la de los récords. No en vano, es cierto que se han roto varios registros muy importantes e, incluso, algunos de ellos, muy longevos.

Desde el quinto Trofeo Zamora de Víctor Valdés, con el que iguala al mítico Ramallets; el estratosférico número de goles de Leo Messi, que con 50 dianas ha pulverizado los 41 de Cristiano Ronaldo con los que la temporada pasada había desbancado a Zarra y Hugo Sánchez, en pugna con el propio portugués, que alcanzó los 46; hasta los 100 puntos en una temporada con los que el Real Madrid ha sido el mejor campeón de la historia, superando al Barcelona de la 09-10, las 32 victorias en una sola temporada y el de los 107 goles de aquel Real Madrid de Toshack, ahora llevado hasta los 121.


Este equipo del Real Madrid que ha pulverizado todos estos registros, que ha sido el mejor campeón de la historia de la Liga, es el Madrid que ha construido José Mourinho. Es el equipo que prometió cuando, hace dos años, llegó al club blanco. Mou siempre ha dicho que el mejor año de sus equipos es el segundo; que en la segunda temporada es cuando su proyecto alcanza su punto, que la primera es, simplemente, el comienzo, el momento de sentar las bases de un proyecto.



Y eso es de lo que ha carecido el Madrid en los últimos años, de un proyecto serio, que dé identidad a un club, el más grande de la historia de este deporte, que ha visto cómo su eterno rival, el Barcelona, ha ido definiendo su estilo, su patrón de juego y de club. Comenzaron con Cruyff y lo han perfeccionado con Guardiola. Han sido campeones de todo y han dejado un legado de fútbol tan extenso como el número de títulos conquistados. Todo ello con un estilo propio, basado en el juego de toque, de posesión y de jugadores de cantera. Un modelo cuya fiabilidad tras la marcha de Cruyff se resintió y que ahora, en su momento más álgido, se verá puesto a prueba después del adiós de Pep.

El gran mérito de este Madrid de los 100 puntos es que, en medio del mejor momento histórico del único equipo que en España le puede hacer sombra en los más de cien años de existencia de ambos, en plena vorágine azulgrana, han sido capaces de ganarles un título en cada una de las dos últimas temporadas con u equipo en construcción. A partir de ahora el Madrid es un equipo que madurará, que necesitará pulir con retoques algunas posiciones cuyos inquilinos se irán o les buscarán una salida tras fracasar o no responder a las expectativas creadas a su alrededor, mientras que el Barcelona puede estar ante la situación de verse huérfano de padre y con una situación del tan manido entorno que se está enrareciendo con las últimas apariciones de Joan Laporta.

Este Madrid es un equipo para muchos años, un equipo joven con jugadores que llegarán a su plenitud en las próximas temporadas. Un equipo que sabe a lo que juega, sabe quién manda y lo que manda. Un equipo unido en el afán de victoria y con hambre, con retos por conseguir y con un entrenador que, guste más o menos, es el más cosas ha conseguido en más sitios. Un equipo de un presente brillante y un futuro que se presenta prometedor. A la altura de su historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario